Hoy lo vi llegar,
traía la flor del camino
a forma de gabán
traía en sus ojos el fuego
¡quería explotar!
Hoy lo vi pasar,
llevaba su paso sereno
cual revolotear
alzando sus manos al viento
¡se quería elevar!
Hoy le oí cantar,
tenía ese tono tan seguro
del que dice la verdad;
ofrecía alas para ir al cielo
¡me quería llevar!
Hoy lo vi al pasar,
tenía en su mejilla el velo
de la felicidad;
esa que solo arrebata el tiempo
¡quise llorar!
Colocó sus sueños,
sus planes y proyectos
sobre un silicio para descansar
ahí jugó a quedarse dormido,
y encendió en sus mejillas la paz
ese mágico color de esperanza
que trae la mañana
con su crepitar
Me detuve a contemplarle
con una sana envidia
y al verle me preguntaba
dónde dejé yo olvidado
esa paz interna,
que nos hace ignorar
si hay mañana,
o si hubo pasado
que el mundo no es plano
¡y tantas cosas más!