Enrique del Nilo

PASANDO ESTAFETA

 

 

 

¡Suenen los despertadores!

la juventud se ha dormido

en una mullida hamaca

tejida con la ficción

de las noticias

y las redes sociales

y le tendieron un mosquitero

de centros comerciales

 

Hoy mira como un cromagnón

al hombre que subió a la montaña

para brindarle un mañana

donde pudiera elegir canción

 

Menosprecia a ese hombre

que briago de hambre,

abandono y analfabetismo,

se encasquetó en la yegua

que bautizaron guerra;

cabalgó por los confines

y destapó las escuelas

pero bajo la misma cobija

acechaba el mercado

y tras este el usurero,

que como las cucarachas

ha siempre sobrevivido

 

En medio de la borrachera

vomitó balas y versos

se llevó de arrastras infiernos,

cercos, amos y fronteras;

bañó en sangre las banderas

cuando conquistó los cerros

y ahí aprendió que luego

de poner la otra mejilla

debe devolver la cortesía

o renunciar a su vuelo

 

Estas generaciones

se contagiaron de consumismo;

habrá que aplicar la inyección

de confianza y de paciencia

a ver si con su experiencia

el mundo puede ser mejor;

o aplicarles una lavativa

de dolor y realidad

 

Que sepan que cuesta ganar

cada peso que se fuman

que los pollos traen plumas

no dólares para gastar

  

hay que desconectarles

de la matriz artificial

donde se nutren de sueños

a cambio de su vitalidad,

donde hay una gran cadena

con eslabones de sueldo,

cine, pornografía,

modas, dogmas, doctrina

todos empaquetados

en lustrosas tarjetitas de colores

que les dan segundos de fama,

de poder,

durante los cuales pueden joder

a todos sus semejantes

sintiéndose por eso...

¡importantes!