A mis campos Elíseos impuros
de negros y, violetas los siniestros,
se turba mi ser y caen los muros
cual torre de Babel en mis cabestros.
Lo que yo tengo se marchó de orgullos,
donde no me se dar, puertas ambiguas
abren y cierran, mudos los murmullos
desgarran velos, en glebas antiguas.
La noche llega cóncava, el aciago
es férula en mis dos manos de eunuco,
soy gitano de la naturaleza;
soplo del ayer que auguró el mago
clareando en la noche el gran ofiuco,
sustancia en barro de vida y tristeza.
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John Morales Arriola.