Días de lluvia constante
Gotas incesantes de tu néctar
Tan dulce para mis labios
Mirarse, tocarse, acariciarse
Relámpagos al rozarnos
Amarnos, sensación permanente
Nuestro interior iluminado
Estremecimientos sensuales
Lluvia de sensaciones
Empapados de felicidad
Ausentes del mundo
Sin tareas, sin problemas
Sin tiempo, sin nombres
Truenos culminantes
Tu boca entreabierta
Cálidas palabras deseadas
Húmedas noches esperadas
Con su calma silente
Nuestras almas sonrientes
Una tormenta latente
Nueva lluvia constante
(C) Daniel Oliva – Jueves 30 de octubre de 2014 ~ 11:45 hs.