Si me critican la vida
Porque soy un presumido,
Les diré que soy feliz
Edificando tu nido.
Que la fuerza de la fe
Lo hace su protegido,
Que no habrá un mar
De envidia,
Que naufrague nuestro nido.
Ni rocas que se interpongan
En tu corazón y el mío,
Los dos estamos atados
Con el cinturón divino.
El calor que nos asiste
Para proteger el nido,
No habrá montaña
De hielo
Que traspase nuestro abrigo.
Porque no existe la envidia
En tu corazón y el mío.