Y así nos fuimos olvidando
hasta convertirnos en desconocidos con recuerdos en común,
intentando ignorar
el pasado que juntos llegamos a crear.
Ahora con un fútil comportamiento
vamos por diferentes caminos
fingiendo que jamás nos ha unido el destino.
Luego de una amarga despedida
que sólo hizo más grande la herida
y que aumentaran los abrojos,
después de darnos la espalda
en medio de gritos y acongojos
me dijiste que la historia ya estaba terminada.
Pues ninguno de los dos sentía ese cariño
que un día profesamos.
Pues todo es triste
el amor ya no existe,
la paz ya murió,
la gloria tan solo fue un sueño,
un fantasma que al polvo volvió.
Pobres páginas que anhelaron
con la mayor de las ansias
decir tan intensas cosas,
y al fin, no dijeron nada.
Algo muy íntimo me dice que lo pierdo todo
al perderla a ella,
que mi ser se descompleta.
Que al ir por diferente travesía
mis pétalos de flor
morirán en medio de un sonriente dolor,
¡pero están secos mis ojos!