Sé que no has de abandonarme
Como en un real sueño,
te siento junto a mí.
No me has abandonado,
sigues el curso de mi vida,
de mi existencia.
¡Tanto he rezado, Señor!
Estoy en deuda
con muchas amigas
y amigos, consciente
de ello estoy.
Ya he de agradecerles,
como corresponde lo haga.
Tengo hoy la necesidad
de unirme a tu presencia.
De arrodillarme delante
de ti…
¡Cuántas presencias
has tenido de mí!...
He venido a pedirte,
a implorarte, a solicitarte
por aquella, por aquel…
Por la paz,
por las enfermedades
de los seres de este mundo,
que cada vez…
¿por qué no decirlo?,
está más cruel…
No quiero comentarte
las tristezas y atrocidades,
Tú las conoces.
Tratas de detenerlas,
pero de nosotros depende
que el mundo esté mejor.
Hoy, con una felicidad inmensa,
vengo a agradecerte,
con toda la alegría
de mi alma,
a través de tu intervención,
me encuentro mejor de salud.
¡Gracias, Señor!
Continúas escuchándome.
Sigues amándome,
con el mismo amor
que yo siento por Ti.
Sé que piensas
que reiterativo soy.
Tú conoces mi corazón, Señor.
Y beso la sangre del tuyo,
por el gran amor
que toda mi vida
siento por Ti.
¡Gracias Señor
de las alturas!
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 31/10/2014)