En los recuerdos de mi inconciencia existe la oscuridad de la que proviene la magia, que sostiene la realidad en un espacio sin colores, conjugado con un hechizo llamado tiempo usando el termino de hechizar por decir tejido a mano, hecho del improvisto, que en una noche nacio de entre dos partes y se exparcio vibrando por el universo.
Mientras gimen los amantes se conectan las almas en la sinceridad mas pura de los cuerpos que no pueden engañarse el uno al otro, talvez y solo talvez despues de años de cosechar el amor que va siguiendo al tantra en su encuentro maximo con la divinidad entre dos cuerpos que mas alla del extasis sin necesidad de sus ojos encuentran su lugar en el espacio, sin la ciencia de la conciencia, con el presente del ser conciente que retruena en los alrededores haciendo algaravilla en el silencio para que en dos años suene duro el cuerno de la muerte.