John morales

¡Muerto amor!

 

Ahí estás, derramada en hermosura sin suerte,

aquí se canta un réquiem seglar religioso,

algunos versos enlutados llorando proso,

qué más da, no volverás de la muerte.

 

Eras tú en la batalla. ¡Oh! inocente,

nadie cayó...herido por tu beso!

un ángel con yelmo, con formas de hueso

y, hoz; fue sólo un instante, se llamaba muerte.

 

Duerme amada mía, el mundo yerra,

iré pronto contigo, ahí donde el sol no se sabe dar,

prenderé mis velas y, aún te he de amar,

muy juntos volveremos a ser muerta tierra.

 

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John Morales Arriola.