¿Quién se atreve a decir de una amante ardiente
que es inmoral e impúdica y además que esta demente?
Solo aquel que en su cama prejuicios y leyes son su amada.
En lugar de vivir consciente cierra los ojos del alma.
Evitando así sentir y logrando matar las ganas.
Sometiéndose al infierno de vivir ciego, cobarde y demente.
Sin el valor de sentir la locura que desata una mujer amante y ardiente…