Supe en carne propia lo que deja el sabor del odio,
es un veneno disfrazado de dulce.
pensè encontraria al final la delicia como de entrada,
y no fue asì ,casi me mata a mi tambièn.
busque de quien si supiera de amores y no lo hallaba,
hasta que un dia agobiado bajo el peso del que empuja y no levanta me vi haciendo daño hasta los que solo me habìan amado,
ese espantoso amigo de nadie EL ODIO.y segui el consejo del que me amò hasta morir por mi,alli comprendì aunque tambien duela llorar,es mejor desahogar todo un rio que querer ahogarse en un mar de sin sentido.