Voy alunizár en tu corazón
para arrancar de cuajo
unos suspiros.
Huiré con mi botín a cuestas
por la costanera que da al río,
subiré la escala del amor
y en el último y recóndito pasillo
llenaré de miguelitos el umbral
para que nadie pueda perseguirnos.
Y allí, contaré tus besos uno a uno
contaré las caricias y los mimos.
Seré el más tierno criminal
con una sonrisa en los bolsillos.
Y vendrán por mi, les aseguro
con esposas, revólveres y grillos
pero yo les digo
Señor Juez, señor Fiscal,
no podrán quitarme lo que es mío.