Imaginando, imaginando
en mis noches de desvelo,
recopilo cada palabra tuya
que aún palpitan en mí.
En mi mundo de soledad y fantasía
la penumbra cubre mi horizonte
y en mi delirio te veo
en tu pedestal azul, como una diosa,
dulce bella fina y elegante.
Mi voz naufraga al pronunciar tu nombre,
mis ojos insensatos
se desvanecen en torrentes de lágrimas
y me ahogo en mi universo de recuerdos,
recuerdos imborrables que no puedo olvidar.
La primavera llegó se fue, ha vuelto a llegar
con su atuendo de flores multicolores;
pero a mi flor favorita no la encuentro.
Aún la espero acá en mi rincón.
Eugenio Sánchez Bacilio (Trujillo- Perú)