Izandro

Trigal

… para mi querida hija Kassandra

 

Y entonces me quede viendo tu alma,
Esperando por mí,
Parada de frente al frondoso paraje
De cultivos dorados del trigal,
Con la luz del sol entibiando, aquel triste atardecer;
Tu allí esperando por mi, recostada en la tarde,
Bañada por el crepúsculo azul dorado
De aquella hermosa y peculiar tarde.

Más calmada y esperanzada observas,
Aquella mies recientemente germinada,
Dorada como el sol y la luz que nacen,
Con brillo de vida y amor impaciente,
Con brillo y amor, de la vida naciente,
Recientemente nacidos…
Recientemente brillados.

Pero hoy ha llegado mi alma,
Hecha cuerpo en esa semilla,
Hecha mies en esa espiga,
Hecha amor, en aquel paraje dorado,
Donde ya casi, yacías dormida,
Donde ahora, despiertas rodeada de amor,
Rodeada de vida,
Rodeada de esa niña
Que ya casi es semilla,
En el campo de trigo,
En aquel paraje dorado, rodeada de luz,
Rodeada de tarde, rodeada de amor…

...De aquella semilla
Que es mi grano de trigo
En la mies que yace nacida…
Que yace en tu corazón, que yace en el mío,
Aquella niña que ya es semilla,
En medio de aquel trigal,
Con una gotita de tu corazón,
y otra gotita del mío.