Acaso me extrañas, dime
si mi ausencia te deprime,
es acaso, si mi poesia te lastima
o es mi hedonismo y mi autoestima
que te avasalla y te lastima,
dime mujer y lastimame,
exprésame tu rencor y odio
por no expresar sílaba en este tiempo,
un mes o tres por no expresar estupor
para decirte lo mucho que te aprecio
por no desalentar mi ahínco
y mi aprecio por tu abnegación
con toda esta maldita pasión
que en este día trece de febrero
como comadreja cobarde me atrevo
a suplicarte por un segundo de atención,
dime si te causó una sensación
como cuando cobardemente ejercí presión
con mi tonto y estúpido corazón
por un poco de tu humilde atención,
escúpeme y humíllame que bien merecido
lo tengo pues con mi humillación
tu perdón será un placebo,
una pildora que curará esta sensación
de desinterés por la cual escribo
dame un insulto, un guiño
al fin y al cabo sere tu patiño,
en esta novela que con mi sangre
haz de escribir y aunque te desagrade
tu desdeño e insulto me hará
sentir como una borrego,
dando su preciada lana
por maldito y despreciable ego
de su amo, que se afana
a la inclemencia de la estación,
puesto que el mes y esta fecha lo merece,
dame con unas palabras de redención,
o matame con tu desolación,
este maldito feriado trece,
con tu justificada desesperación,
en estos tres meses de ausencia,
por no escribir, no hablar, no opinar
de lo mucho que aprecio tu atención,
tu bendita y esperada apología,
al hacer el intento de enfrentar
lo que consideras un nivel arriba,
te topas con un ser que lastimar
resulta facil de esperar y que
solo tu persona con la bondad
que en tu pasado te precede
serás capaz de lograr