Soy un niño eternamente
lo digo con gran certeza
y motivos.
La ingenuidad se presiente
en cada nueva sorpresa
¡cuando escribo!
.
Estoy buscando tu amor,
casi que ya lo consigo
¡qué bonito!
Adiós le diré al dolor
pues me abriste tu postigo
¡exquisito!
.
Soñar es mi profesión
y la ejerzo con orgullo
porque sé
que en su realización,
si al sueño yo no rehúyo
¡triunfaré!
.
Dormir nadie anoche pudo
pasamos la noche en vela
¡trasnochados!
Ejércitos de zancudos
nos dejaron sus secuelas
¡despiadados!
.
El niño en su pataleta
con sentimiento lloraba
¡sin motivos!
Y solamente lo aquieta
su padre cuando miraba
¡tan furtivo!
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela