Darío Ernesto Muñoz Sosa
A los poetas
Solloza en la vida, perseverante ser
Gime tu espalda, tus lomos andan suspirando,
¡Cargar tanta tragedia en un cuerpo
que torpemente anciano
la huella atraviesa!
Pensar que alguna vez fuiste un tierno niño
Peregrino hacia una tierra prometida,
De cielo, luz, agua y esperanzas.
¡Oh poeta póstumo, abrázame este día!
Antes de mi sueño profundo,
pues amo tu silencio,
tu inspiración divina e hidalguía.
Cierro mis ojos cansados,
acaricio tu frente fría
Cráneo centenario, huesos eternos
que soportaron a un genio de las artes escritas.
Hermano del alma,
llévame contigo a la tierra
donde no amanece, de sombra y fríos días.
Y en tus poemas aun existen primaveras
Siendo raíz trenzada, al origen del verde valle.
Del cual fui tomado en préstamo, para esta vida,
Fugaz, efímera, tan breve.
Eterna en poesías.
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Argentina noviembre de 2014.