¡Muchos años…poco tiempo!
Permaneció ella a mi lado,
hoy se ha ido como el viento
todo queda en el pasado.
Ella fue fiel compañera
sin exigir recompensa,
ella nunca fuera altanera
pues su gratitud era inmensa.
Hoy me hundo en amargura
al saber que no me espera,
¡Cuánto extraño su ternura!
Aunque poco lo dijera.
Siempre ocupó su lugar
cuando yo quería estar sola,
no hacia ruido al caminar
hasta el bostezar controla.
Se ha marchado para siempre
no sin antes despedirse,
hoy llevo mi dolor silente…
¡Sé que un día tenía que irse!
María B Nuñez