Sublime obsesión tus labios me provocan,
exquisita dulzura enloquece mis sentidos.
Tu terrible pasión despierta mis deseos
y tu ternura armoniosa me enamora por completo.
Eres como aquel amanecer que deslumbra mi mirada,
eres luz, sendero y esperanza.
Eres ese sentimiento que arde, pero que también sana.
Eres el amor presente a través del tiempo y la distancia.
Y te digo, amor, eres aquella fragancia,
que aún con el rocío, sigue permaneciendo intacta.
Yo quisiera adentrarme en tus cálidos besos,
y permanecer allí durante mucho tiempo.
Pero sé, amor mío, que nada es eterno,
ni el amor, ni la vida, ni tus cálidos besos.
Por eso, espero con ansias tu glorioso regreso,
y naufragar en tus labios…
¡Hasta que partas de nuevo!
Gabriela Cabrera.