Hoy sé que en nuestro mar
navega la esperanza.
Entre sus aguas claras iremos a la aurora
en una cama blanca cubierta de azucenas.
Allí nos cubriremos de sol y luna llena.
Tú, con tu boca dulce
yo, con mi boca ardiente
haremos un concierto regado de licores
que embriaguen los luceros.
Tu boca me destierra a grandiosas galaxias
me sumerge en prodigios
me adormece en el viento
y me deja repleta inhalando tu fuego.
Qué más me puedes dar que tu boca ambiciosa
si en ella está sellada la voz de tu alimento
la dulzura
la espera
la delicia de hurgarte
en el hueco vehemente
donde vive tu amor esperándome siempre.