Soy ángel enamorado cuando te quiero apoyar,
Pero un demonio atrapado cuando te quiero besar;
Justifico mis bondades si te miro con amor,
Pero sólo vanidades cuando se olvida el fervor;
Cuando veo en tu mirada esa claridad de cielo
Dejo mi alma resignada al albo y más puro anhelo;
Mas si descubro en tu risa ese fuego, esa pasión,
Sueño con esa delicia de entrar en tu corazón;
Y en unos breves momentos soy un ángel y un demonio,
Soy un mar de sentimientos: amor, obsesión y todo;
Tienes tal capacidad para mover tantos hilos:
¿Soy marioneta a mi edad? ¿Vida de qué me has servido?
Si ella con tanta inocencia me conmueve y me altera,
¿Dónde quedó la conciencia si hago cuanto ella quiera?
Basta ya de tantos juegos si mis labios te obedecen:
No más represión ni ruegos, ¡afrontar vida o muerte!…