Que divino es ver el día,
Ebrio en sus lazos coronarse,
Y como saetas arrojadas al desvarío,
Sus rayos de sol parecer acomodarse!...
Que divino es tras la llovizna,
Los ojos al beso empaparse,
Y como pluma en el aire,
No sabe a do se cimbra el silencio,
De dos almas al amarse!…
Que divino es cantar al son,
Con que de noche la nieve cae,
Y en calma, de a poco,
A unos brazos recostarse!...
Que divino es cuando el alma duerme,
A un mismo tiempo sumida en el aire,
Sentir que en el púlpito sagrado de beso,
Se acomode el espíritu,
Y que mas divino aún que todo eso no alcance!...
Luis Augusto 2014-11-02