Aquí estamos otra vez corazón
gozando de su fémina compañía.
Mírala, detrás de esos ojos traviesos
se esconde la ternura hecha mujer.
Observa e indaga más adentro,
guíate por sus latidos, corazón
no escuches las risas que ocultan
ni los delirios de la razón.
Estoy seguro que la vi,
se asomo por una lagrima
que broto de sus negros ojos
la cual con mis labios recogí.
Ahí está la dulce niña, sal corazón,
muéstrate desarmado y sin miedo
que ella te teme aun más que yo.
Ahora que nos conocemos
escribamos juntos poesias de amor.