Volver, a los atardeceres de tu calle en verano,
al disparate de nuestros irrespetuosos dieciseis años ,
con todos y con todo, para todos y para todo.
Al sigilo con que medíamos la contradicción y las imposiciones,
Al mirar sencillamente, a la capacidad de asombro,
al tesoro oculto de lo incierto, a la enorme entrega de una nueva caricia.
Volver, para volver a volver.