Mi vida, una fúnebre despedida de miles de salidas que nunca estuvieron definidas, cada segundo es un tormento, cada segundo es un lamento y un paso de arrepentimiento que llevo dentro pisando cada sentimiento de los cuales finjo y miento, estas son las llamadas de una mente desbocada que no puede hacer nada y se ha visto influenciada por la tristeza, y todas sus crueles impurezas ya no puedo hacer nada, mi alma ha sido consumida hasta la muerte por la vida
no hay salidas, ni despedidas, no hay amigos pero si un homicida que será la victima de si mismo y a pesar de los vientos y los sismos que quisieron evitar su
caída el se vio obligado a tomar un cuchillo y la libertad con su mano, porque, ya estoy desesperado de sentir tanto dolor de los que no están a mi lado y
de ese pasado que finjo tener olvidado, no puedo gritar, no puedo llorar, no puedo correr de los sentimientos que me quieren asesinar, en su lugar, me quedare
parado esperando esta muerte que tanto me he buscado y que siempre me ha acompañado.
Es curioso y gracioso pensar que todos estos años los voy a dejar atrás, tantos esfuerzos, tantos regaños, tantas cosas aprendidas, en estos años, no quiero
ni pensar en lo que dirá mi madre al ver mi cuerpo sin respirar, tal vez ella si me quería, solo que no me lo dijo ni por telepatía, espero que algún día
obtenga lo que ella dice que merecía y espero que se de cuenta que de lejos la veía y, que sonreía, a pesar de mi vida vacía, por ella sentía que podía, que
ironía que no sabía que mi muerte se acercaba y se venía como a la mente se vienen las tristes melodías, que acompañan a la luna, que acompañan a la vida mía, esta vida no tiene sentido, o tal vez, piense así porque no debí haber nacido, que bendecido he sido con el libre albedrío y devolver algo que nunca he
merecido, vencido y abatido me estoy sintiendo ahora, es indescriptible el dolor que siento al pasar la horas, mi cuerpo me implora, que detenga esto, pero
mi corazón lo ignora y le responde con un mal gesto, pero es muy tarde, no hay tiempo para arrepentimiento, aunque me arde, aunque tenga este sentimiento que
es de cobardes.
Corrompido, pido a gritos y alaridos interrumpidos contar los mitos de mi vida, me pregunto de quien es esa prosa que osa mi corazón destrozar, me pregunto quien gastara saliva para alguna vez mi nombre pronunciar, quien gastara segundos para pronunciar aquel nombre nauseabundo que no dejo huella alguna en el mundo y que desde su nacimiento ha chocado y a comido desde lo más profundo, aquel que se hundió, aquel que no miro hacia arriba y tardío se dio cuenta que tenia un alma vacía que era la que movía y escribía con el pasar de los días y con sangre llenando libretas de melancolía, mas que una bendición ha sido una tortura ¡Estoy cansado de ver a mi alma desnuda pidiendo ayuda! y que nadie acuda, que locura, que desesperación tan aguda que inunda mi mente y la desborda dejándola ciega, muda y sorda.
Entonces, ¿Por qué vivo? y así ando caminando errante entre arcos suicidas y apoyándome de paredes que susurran muerte pero prefiero destacar que... \"Sigo caminando\".