Posesión sin límites, inauditos,
lejano eco, los momentos íntimos,
de aquello que quiere invadir el alma,
el amor es compartida posesión,
donde cada uno posee y entrega,
y la otra parte recibe, también da.
Sin la simbiosis se desequilibra,
la unidad de las partes, se rompe,
la planta, tan común en América,
el frijol, la mayoría conoce,
vive una relación simbiótica,
con un hongo que forma sus nódulos.
En las raíces de esta leguminosa,
los nódulos atrapan nitrógeno,
alimento vital de la plantita,
raíces de la misma, casa del hongo,
donde encuentra el medio de su existencia,
sin casa y sin nódulos, la muerte.
Ninguno, sin el otro, puede existir,
así, el amor simbiótico, es dañino,
porque falta cualquiera y muere el otro.
Hay un amor más desequilibrado,
parásito, que destruye la otra parte,
si bien quede sin nada, lo prefiere.
Es así, por su enfermedad tan ciega,
los celos, parte de ese amor enfermo,
ojalá no vivas esa experiencia,
la vida puede irse en cualquier momento,
el alma es eterna, no puede morir,
más el cuerpo que la habita, es el polvo.
Este amor, no se sacia con el cuerpo,
invade tus facultades mentales,
quiere ser dueño de tus pensamientos,
sólo quiere tus sentimientos para él,
quiere convertirte en su satélite,
te vigila de numerosas formas.
Por su propia mente, con su paranoia,
delirios de persecución te pone,
imagina, en su grave trastorno mental,
no le perteneces como concibe,
decimos “Ve monos con machete”,
se posesiona de tus sentimientos.
De tus pensamientos y sentidos,
cada palabra que no se aplica,
con la interpretación que tiene en mente,
es motivo de insultos muy crueles,
si hay algún descuido estés o no con ella,
inmediátamente, como energúmeno.
Se hace la víctima y te crea culpas,
éste amor, más bien llamado, desamor,
incapacita tu propia persona,
no eres libre de pensar lo que quieres,
tampoco tienes la libertad de escribir,
si te visita, te causa pánico.
Porque busca alguna cosa que pueda,
sugerir a cualquier otra persona,
hace lo mismo, si alguna de tus palabras,
no corresponden al lenguaje de ella,
y en las palabras que son tan comunes,
dice que las utilizas para alguien.
Ya no eres tú, ni siquiera un esclavo,
éste, en su silencio, puede pensar,
tú, ya no puedes, te conviertes en cosa,
estas relaciones son más frecuentes,
de lo que imaginas, tú no sabes.
¿Habrá una receta para no vivir,
este tipo de relación de dolor?
Inexplicable cómo nos atraemos,
no se puede predecir qué resulta,
hombre como tal, es con una mujer,
la misma situación, siente una mujer.
Siempre andamos en sendas paralelas,
cada día, pedir con humildad,
la luz clara en dos mentes humanas,
para cruzar o separar caminos,
imán, cada oveja con su pareja,
cualquier relación no es algo fortuito,
viviendo la experiencia, compártela.
EL POETA DEL AMOR. 03-11-14.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.