Si la aurora fue testigo de mi amanecer desesperado
De mi búsqueda incansable para encontrarme con tus manos,
Si fue ella quien descubrió mi cuerpo, vacío, sin nada,
Si fue ella quién dilató una tormentosa espera.
Imagínate que ha visto la noche callada y silenciosa,
Que secretos míos ha guardado bajo su manto,
Horas que paso despierta necesitando sentirme amada
Como escondo bajo la almohada un agitado aliento
Como oculto bajo las sábanas un humedecido cuerpo.
Son testigos, la aurora y la noche, de mi búsqueda frenética
Tratando de encontrar el arroyo que sacie esta sed que siento,
Mi cuerpo morirá en sequía si no lo hidratas a tiempo
Con el lagar de tu hombría, con el volcán de tu cuerpo.
Júzgueme, la aurora y la noche por lo candente,
Denme la pena máxima si es lo que merezco
Pero que no me juzgue el cielo, pues no soy indecente,
Estoy viva, deseo placer y necesito ser amada,
Como toda mujer.
Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile 28/06/2014