“QUIERO MAS”
Rasgan tus pupilas mi escote
Descose tú mirada los botones
Conozco esa sonrisa maliciosa
Perversas tus manos en mi ropa.
No perturba tu mente codiciosa
El brote de fuego en mis mejillas
Pones a mi dureza zancadillas
Doblegas mis alas de mariposa.
Se apodera de ti el instinto básico
El cortejo de mis senos lindo diario
El deseo agitado te agua la boca
Yo sin resistirme me vuelvo loca.
Tus labios bordean sus aureolas
Lubricando tú saliva sal de olas
Engrosas la colina de mis pezones
Saboreas como a los melocotones.
Cavernas musculares sensibles
Se vuelve agónico-indescriptible
Engulles en fuerte desespero
Toda porción agitada en ellos.
Contraídas las duras colinas
Los ojos se vuelven neblina
Me disfrutas en eco jadeante
Aumento en forma excitante.
Detienes el gozo y te incorporas
Muy a propósito lo demoras
Tu mano mi nuca aprisiona
Escucho un susurro: QUIERO MÁS
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31-10-2014
“ADICTOS SIN CURA”
Tres de la mañana, plena madrugada, descansamos, hospedado el agotamiento en los cuerpos. Posición fetal, aprisionada por ti, la posición nocturna que me protege y abraza, siento tus manos, suavemente inquietas. No me despierto aun, aunque tengo el sueño ligero, me quedo tranquila, muy quieta, no han pasado dos horas aun de reposo.
Me resisto en principio a caer nuevamente en esta loca y sin horarios adicción de hacernos amor, de comernos vivos y depender uno del otro.
No dejo de estar aun ardiente por naturaleza de amada esposa, sin alergias a tu loción, ni a las fresas desde la boca, ya me lo voy imaginando de nuevo y tú celoso de las prendas íntimas que me cubren al dormir, las retiras paso a paso en orden aleatorio siempre, sin prisas.
Desde la ventana, añoran los luceros y la Luna entrever como nuestros cuerpos se agitan.
Se sientan en sus gradas con la mejor vista desde el firmamento al recordar la última función.
Aterrizas en mis lánguidas y extensas sábanas que van de la nuca recorriendo mi espalda hasta la punta de los pies. Un sinfín de caricias provistas de roces, apretones, rasguños que me van ardiendo la piel. Musitas palabras de amor y con frenesí me llega una melodía suave de ansiedad: Bella mía, te estoy deseando, siente mi deseo que va en ascenso…no hay vergüenza, ni vanidad, tiemblo por ti.
Atada a tu yunta, mi piel de mujer y mi vida toda, soy tu verdad y no es preciso desojar margaritas, solo preciso sentirte para volver al recurrente vicio de entregarme para hacer el amor. Tu corazón clama por mi y voy perdiendo la calma, Ay! mi Amor! que hacer si son estas nuestras adicciones, me abraza el calor de tus palabras metiéndose en mis entrañas.
Los pensamientos se alinean y en la misma frecuencia se hacen presentes las entregas estrechadas en el frenesí que susurra frases de puro amor y de seducción.
Nos proveemos de todos los besos que siguen pareciendo nuevos, ensayos de teorías nuevas en muestras de mordidas y succiones, todas distintas.
Y en ascenso esta historia se vuelve lluvia de deseos que humedeciendo los espacios de cada latitud es la entrega más hermosa, mezcla de almas que convergen sin horarios, haciéndonos el amor.
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1-11-2014