Hay siléncios en la noche
Que impiden la madrugada
Son siléncios que preceden
A la soledad del alba
Cuando tu ausencia se pierde
En los pliegues de la almohada.
Hay siléncios en la noche
Que alimentan los recuerdos
Son siléncios que atormentan
Al llegar la madrugada
Cuando tu ausencia me impide
Recordarte en la mañana.