(En escenario Susana prepara cena.
Ambiente cocina comedor.
Gustavo, su esposo, llega)
--Qué frío hace aquí, Susana.
--Vos tenes frío porque venís de la calle.
Tengo el horno encendido. No siento frío.
Si querés encendé la calefacción.
--No,tenés razón, con la temperatura
del horno, ya no tendré frío.
De paso no gastamos tanto
en gas.
--También tenemos que estar cuidando
de privarnos del gas...Dentro de poco, en vez de usar lámparas, vamos a usar velas... menos gasto...
--Parece que esta noche se te dio por ser irónica.
--Irónica no. Sincera diría yo.
--Te noto media punzante. ¿ Qué diablos te pasa?
-- ¿Por qué? ¿Tiene que pasarme algo por contestarte como te contesto?
-- Me estás contestando de una manera... algo inusual...
--En una de esas, esta noche me destapo y arremeto con todo lo que siento.
-- ¿Y qué es lo que sentís?
--¡Rabia es lo que siento!
--No se te vaya a ocurrir morderme... ¿ a qué se debe esa rabia?
--No te hagás el angelito, que no te queda bien...
--Bueno, dale, desembuchá...
--Por empezar, me dijiste que llegarías a casa a las siete y media, y ya son las nueve y media...
-- Ah, eso es para empezar... ¿ahora qué sigue?
--No te hagás el payaso...¿ qué te pasó hoy que llegás a esta hora?...
--Me encontré con un par de amigos, y fuimos a tomar un par de lisos...
--A otro perro con ese hueso... Me estás mintiendo, seguro.
--¿Por qué tendría que mentirte?
-- No tenés... Sé que es un cuento. Y lo segundo es que sé dónde has estado...
--¿Estado? ¡de guerra!... estás enfurecida, che...
--¡ Cómo no voy a estarlo! Hace tres horas vinieron a cobrar el alquiler...
--Ah... el alquiler, es cierto...me olvidé de ir a pagar...
--¿ Sabés que sos un desfachatado? Mostrame el dinero del alquiler...
--No puedo. No lo tengo.
--¿Has visto? ¿ves que tengo razón? sos un desfachatado mentiroso... y todavía con la pretensión de que tenemos que ahorrar...privarnos de cosas necesarias, porque el señor de la casa es un irresponsable... qué vas a saber vos de responsabilidades... si sos un empedernido jugador...
no me digás que perdiste todos los mil quinientos pesos del alquiler... no me mirés con cara de sorprendido, te conozco...¿es así, no?...
--Sí, Susana, los perdí...
--¿Sabés que tendría ganas de hacer ahora? ¡romperte esta ensaladera en la cabeza! ¡Me estás cansando Gustavo!... sos un inconsciente, un irresponsable, un... un...
--¡Atorrante... decilo! Tenés razón...lo soy...póngame cadenas comisario...
--¿Pero vos te das cuenta de lo que estás haciendo?
sos un desfachatado total...¿ y ahora qué vamos a hacer con el alquiler?
--Mirá, mañana le voy a pedir prestado a uno de mis amigos esos mil quinientos...
--¿A uno de los que estuvieron con vos en el casino? ¿alguno de ellos ganó? Ya tenías que habérselos pedido... Perdieron los tres, ¿no es cierto? ¿te das cuenta que me estás diciendo mentira tras mentira?
--¿No olés? Se te está quemando algo en el horno...
--¡Sí!, a vos te quemaría yo por mentiroso...
--Susana...
--¡Susana nada! Ya me tenés cansada con tus mentiras, y ese maldito juego...
--Serenate Susana.
--¡No me sereno nada!... Cambiá Gustavo, cambiá, porque algún día vás a llegar, y no me vás a encontrar...¡ estoy cansada ! ¡estoy embroncada, estoy!... ¡tengo ganas de salir disparando y dejarte solo!...
--No llorés, querida...
--Vos sos el responsable de que llore...sos un desalmado que no tiene sentimientos...si los tuvieses serías más responsable y no harías todas las cosas mal... bueno, es tu estilo... me tenés podrida...
--Ya le voy a hallar una solución... ahora cenemos, después veo cómo solucionar esto...
--No es la primera vez que pasa...¿cuándo vas a sentar cabeza?¡Sos tan mentiroso e irresponsable!
¡No tenés siquiera vergüenza del mal que estás ocasionando!...
--Susana, Susanita...
--¡Andá a bañarte!... No pretendás volver a conquistarme con tus mentiras y salameríos, porque no vas a lograr nada de mí...
--¿Nada? Susana, no es necesario que me bañe... estoy bien bañadito... lo hice después de almorzar...aspirá,todavía se huele la colonia que me regalaste... Susana, querida... te prometo que todo lo voy a solucionar... dame un par de días... todo se solucionará...en cuanto al juego...
--No vayás a decirme que vas a dejar de jugar porque no te lo creo aunque me lo escribás y firmés...
--Mirame Susana... Esta noche, tus palabras me han hecho recapacitar...
--¡No te creo nada de lo que podás decirme!...
--Dejame hablar Susana.Mirame. Voy a dejar de jugar, te lo prometo. Lo he prometido otras veces, y te fallé. Me comportaré como debo comportarme. No es necesario que firme mi promesa. Te la confieso. Ya verás que va a ser así, como te prometo. Cumpliré esta vez. Tenés razón en todo lo que me decís. Soy, como soy... no soy un buen tipo... prometo enmendarme... lo haré, te lo aseguro esta vez...
siempre te he querido, eso no podés dudarlo, porque sabés que así es... te he estado mintiendo, me he portado mal, merezco una ensaladera en la cabeza, hasta merecería que te fueras, para dejarme solo y darme una lección... solo te pido que no lo hagás, porque te necesito, porque te amo... y te prometo que voy a cambiar...soy un irresponsable desfachatado...dejaré de serlo... dame unos días de tregua, y te vas a dar cuenta de que mi promesa, la cumpliré esta vez, de verdad...quiero que tengamos paz... yo soy la piedra del escándalo...pero se acabó...recordaremos todo el mal que te he ocasionado con mi comportamiento tan...maléfico...lo recordaremos como un pasado pasado...desde hoy tendrás un nuevo esposo...soy yo mi amor...creeme... decí que me creés... y haré que vuelva la felicidad a esta casa... hallaré solución a todos los problemas, y viviremos felices...¿me creés y me amás Susana?
--Sí, te creo Gustavo. No me fallés, nada más. Y...sí... Yo también te amo...
(Cae telón. Final.)
Todos los derechos reservados del autor ( Hugo Emilio Ocanto- 30/09/2012)
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