Nuestros ojos se encontraron,
e intercambiamos nuestras miradas,
cuyo lenguaje es más poderosos que las palabras,
y nunca mienten,
sin embargo los besos y los vocablos algunas veces son falsos,
son los gestos que nos demuestran si nuestra pareja nos ama.
La mirada del amor es brillante, profunda y corta
en un instante acaricia tu alma
y te sigue con fidelidad.
Es desinteresada y no busca la belleza corporal.
El amor comienza con una mirada,
continúa con un beso
y se despide con una lágrima.
En este acercamiento,
Tus ojos brillantes con vistazo intenso
Jugueteaban y contemplaban
mi cuerpo sumiso y mi espíritu
tu mirada me sujetaba a ti,
me arrastrabas hacia tus besos
donde ardía la llama de la pasión
y la dicha invadía mi alma.