La aurora de tu amor me llama des precipitadamente ante
la inclemencia del tiempo en aquel momento de lluvia
cuyas gotas fluyen de lo alto como el amor en el firmamento
sin tener piedad al frío del olvido y de tus besos...
El cielo está cubierto de gruesas nubes con el color marrón,
seguro que el gorgojo de las caudalosa aguas del rio
asemejan la furia de tu amor inmerso en el infinito del romanticismo
en lo cual una mujer bella me roba el corazón para refrescarlo entre sus aguas...
Me parece distante el Estado Barinas ante París la de grandes esculturas,
en donde tu figura se engrandece con la belleza pictórica del alma
formando y contando con los prolegómenos de nuestro amor sutil,
sin darle retroceso al tiempo pero si a nuestras almas...
RIVAS JOSE