No entiendo tu miedo,
tu miedo a que vea tus imperfecciones,
que me digas que finja que son alucinaciones
y me haga el ciego.
Que mire para otro lado, esa es mi condena
o que cierre los ojos cuando estás desnuda
y mire en lo alto a la sola y fría luna.
Pero para qué, si eres más hermosa que ella.
En definitiva, que me como tus defectos
y te beso tus virtudes. Sobre todo cuando curiosa
me miras, y miro lo malo en ti. Porque eso
es mi prueba de que eres mortal y no una diosa.