Veme aquí, esperando y nervioso, pensánte e impaciente de ti.
Se que esta ahí detrás de la puerta que nos separa, esperando y nerviosa, pensánte e impaciente de mi.
El silencio es bello, por que sólo se escucha el caer del agua que escurre en tu cuerpo, y eso empieza transformando el ambiente, la atmósfera, y mi sentir.
!Se que estas ahí!
De momento ya el agua no se escucha, y apareces envuelta en vapor, en tu bata blanca, como blancas son tus manos, blancos y puros los sentimientos inocentes, de tu risa que ilumina ese tu rostro.
Mi voz se quiebra con cada latido, y tu sólo me miras, sin palabras abriendo tus brazos, dejando caer tu bata, dejando caer tu inocencia dejando salir a la mujer que un día escondida estaba.
Tu cuerpo escarchado es mi delirio, piel de durazno es mi suspiro, gotas de fuego son tus labios que se funden en todo sentido de amar.
Es el momento de dos enamorados, que se atreven a la entrega.
Mis párpados caen, la razón se pierde y el instinto se hace presente en el momento que tus muslos me rodean por completo, mis manos son pétalos que recorren cada sendero en toda tu geografía.
¡Amarte es lo que hago!
Ya el silencio no existe y te escucho tan fuertemente, y entiendo el contexto y significado de lo que es amar, de lo que es ser dos en uno, consolidando la vida en el primer amor que es para siempre.
Siento las marcas en mi espalda que dejaras, siento tu aliento sin parar y escarcha somos los dos.
El beso en tu frente, tu mano en mi mejilla, tus ojos fijos, y en ambos la sonrisa que dice todo por que el aliento nos falta.
Amarte es un placer, amarte es mi delirio.
Porque el amor no se hace, el amor se da cuando aparece el amor de tu vida, por que mi vida eres tu.
Marc Téllez González