La salud, el tesoro de la vida
que se refuerza cada mañana.
Al levantarme suelto y sonrío
sin escatimar gusto,
al pasar por un arbusto
o llegar a una esquina.
La facultad divina
de encontrarme
contigo,
hermano de camino,
sin circunstancias del destino
te deseo lo mejor
en tu labor
del día que iniciaste.
Trato entre nosotros un pacto
que multiplica bienestar:
el negocio de saludar
inicia en el pequeño acto.
Esa sonrisa que transforma
lo que antes era bravura,
multiplicando de dulzura
el benigno amanecer,
brindando la alegría
de buena energía
que transmite una a una.
En pocos segundos,
con pocos esfuerzos,
cambias el mundo entero
e introduces prosperidad,
contento el universo de verdad
de un momento al próximo,
agradecido de brindar a tu prójimo
salud a La Humanidad.
Ingresemos al negocio:
para brindar vida,
ingentes sonrisas,
conquista montañas,
rompe durezas,
encarna ternuras,
sacude innominias,
resuelve oscuras.
Aunque lleves mucha prisa,
Salud da a tu hermano con una sonrisa.