Ni los truenos despiertan al niño
Ni las gotas rebalsan el vaso
Ni mis sueños se duermen temprano
Ni tus días parecen tranquilos
Ni la noche regala sus copas
Ni los perros le ladran al rayo
Ni mis penas se van con la lluvia
Ni la luna si quiera ha asomado
Las mañanas vendrán todas grises
todas soles o nubes de encanto
y ojalá que el diluvio te traiga
a dormirte de nuevo en mis brazos...