Desnudos y tan profundos versos,
emergen de mi alma enamorada,
que se despierta con la alborada,
añorando suaves embelesos.
El agua que depura mi piel,
el jabón con su dulce arrullar,
me hacen tus afectos recordar,
tus besos dulces como la miel.
La toalla que seca y abriga,
mi ímpetu lánguidamente irriga,
estallando mi furor sin brida.
Eres mi evocación recurrente.
Eros incontrolado en mi mente.
Furor, ávidamente silente.