El pensamiento me abruma ante tu recuerdo de amor
sin saber que desde aquel instante cautivaste mis sentimientos,
inundando mi corazón de tu fuerza sutil del amor
en ocasiones repetidas tus labios pronunciaban sin parar sus movimientos
y frente a la quietud de mi rostro y de tu repetido ¡ te extraño tanto amor !
.
La alegría de tus ojos me controla ante tanta pasión
en donde esos besos tiernos me doblegan sin parar mi respiración, y
tus caricias encienden mi corazón dándome suspiros de amor
sumergido dentro de tu pecho y los roces de piel, donde me abrazabas rebeldemente
buscando mi boca y exclamando cerca de mi rostro ¡ Te amo!
Fielmente nos prometimos amor infinito sin interrumpir aquella
hora de delicias tiernas fraguadas por nuestros cuerpos,
y adornados entre luces rojas en aquella habitación en temperatura fresca
en el que tu larga cabellera de doncella de mi alma me calma con sus roces hechos
por los imparables impulsos de tus cariños ante el éxtasis de la pasión…
RIVAS JOSE