Quizá sea una prueba de amor
que desaparezcan cartas y fotografías
están lejos los días de penas y alegrías
y quizá haya que olvidar el dolor
Volvamos a pisar los antiguos caminos
que nos recuerdan los primeros besos
donde se hicieron del amor tantos excesos
cuando nos creíamos seres divinos
Todavía crece la rosa silvestre
en la solitaria arboleda
donde canta el ruiseñor
Seguiré siendo solo un pedestre
paseando por la alameda
y viendo como renáce el amor