El mundo gira con sus pasiones y alegrías,
con sus cascadas de almas que la pueblan,
en su renacer y morir cada día se renuevan,
bajo el sol que observa todas sus quimeras.
Maquilladas existencias en el teatro de la vida,
buscan realizar sus más caros anhelos y deseos,
luchan, se atropellan, mienten descaradamente,
por el ansía de ser más que el resto de la gente.
Como un espectador observo y triste pienso,
vanas razones vanos corazones, mi presagio es,
veo tanta oscuridad en la humanidad, mal reflejo,
de lo que la verdadera felicidad debería ser.
Mas celebro también, a quien a su paso por la vida,
luchando va en limpia contienda por lograr sus sueños,
con sus pasos y su alma serena ayudan en su camino,
al amigo, al desconocido a alcanzar su meta.
Quisiera que tanta gente su conciencia abriera,
que entendieran, que la felicidad concibieran,
como una decisión propia y sincera que arropa,
nuestro corazón, nuestra alma sin reservas.
Que la alegría sincera, no necesita de riquezas,
que decirle a un amigo, a un hermano te quiero,
eso, eso no tiene precio son preciados momentos,
que el amor nos deja, marcados en el tiempo.
Que la felicidad está hecha de esos bellos instantes,
que a nuestro paso van quedando en el alma siempre,
que sentirte feliz cada día de tu existencia,
es decidir aceptar la verdad que en ti se encuentra.
Esa verdad te dará la felicidad que tanto esperas.
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