Salvador Durán

A ELLA.

Yo te deseo aunque seas ajena,

yo te deseo a mi lado siempre aquí,

yo te deseo pues en mis sueños yo te vi,

a un lado mío siempre feliz, serena,

te quiero a un lado mío siempre cerca,

y te espero amor por siempre aquí,

te deseo tanto que te miro a ti

como una diosa del amor y la belleza.

 

¡Yo te deseo aunque seas ajena!

pues robaste mi corazón y al no tenerlo

no sé qué siento por ti, qué siento,

y soy un muerto entre la viva tierra,

¡Eres tan tierna mujer! ¡Eres tan tierna!

que el tiempo ha pasado en mí así de lento,

que el dolor, la angustia, tú la encierras.

Siempre al pensar en ti, en el recuerdo.