Me fui a pasear por las palabras y me sentí desconocido
entre el dulce perfume de los versos abiertos en celajes
el arco iris de pétalos en que el ama dice lo que vive
Miro cada canto flotar solo, suficiente consigo mismo
no queda rastro del cordón umbilical al minuto de nacido.
Entiendo que las palabras son como mujeres enamoradas
ansían el amor del amado pero necesitan ser conquistadas
nos dan señales, migas de pan para que veamos el camino
pero cuando llegamos tiene que parecer cosa nuestra
no que seguimos la música de su voz o la luz de sus miradas.
Ellas avisan desde distintos sitios, se insinúan discretas
se acomodan en temas la curva de sus siluetas
de repente se muestran obvias, luego desaparecen
es un enamoramiento que no se corre ningún riesgo
Ellas sólo aparecen completas cuando el alma corresponde.
Me fui a pasear por las palabras y me sentí desconocido
como enfermo que viene del hospital recién salido
pálida la piel, débiles los huesos, desconectados los hilos
Nos miramos a la cara, reencontrados, de la misma sangre
unidos por el mismo color, la misma música y sus latidos.
Me fui a pasear por las palabras y dejé de estar a oscuras
retorné al paso, al camino y volví a andar horizontes
a seguir tejiendo preguntas, a seguir laborando respuestas
En este trabajo necesario de alimentar de paz el alma.
No se puede simplemente hablar del concepto y el proceso
de operar el sistema para tener el producto o el servicio
que aunque esto es importante no responde las preguntas grandes
¿De dónde es entonces que vengo, se acaban aquí los pasos?
Háblenme hermosas, no transparenten sus cantos
que vengo de lavar mi piel, de llenar de ternura mis manos
y remojar mi mirada en quien todo es bueno y santo
Yo sólo tomo nota y voy cantando sus cantos
mientras sigo el camino por donde dejaré estos pasos.