Le pregunto a mi cigarro qué pasaría si te confieso mi amor
Qué pasaría si desnudo el corazón ante tu ser
y te confieso este deseo ingente que me invade
cada vez que te sé cerca de mí.
Y mi cigarro responde con su humo indiferente
que se va a cualquier parte.
Insisto con mi pregunta a ver si el insolente humo te dibuja un poco,
o te insinúa de repente,
o describe tu nombre,
o me dice de una vez por todas que ni siquiera lo piense;
Pero el sereno cigarro se agota
sin darme una respuesta.
Estúpido cigarro.
Qué mal compañero sos.
Y cuánto desconoces la fuerza de mi deseo.
Sólo dejas marchar tu humo
al ritmo de los violines de Nino Roca
Y te acabas sin darme mi pretendida respuesta
Indiferente te vas poco a poco mi cigarro,
Como se me van mis esperanzas de confesar mi amor
Cerca, muy cerca de esos oídos ansiados.