El mar cubrió tu cuerpo
tendido sobre la arena
suave en las olas de tu vientre
yo navegaba hasta perderme
en veleros cubiertos de viento
en velas encendidas de ilusión
la noche nos encontró cubiertos
entre delirio y pasión.
La noche y el mar cubrieron tu cuerpo
bañándolo de luceros…,
uno a uno fui besándolos
hasta sentir mis labios
como polvo de estrellas;
los veleros del viento
con velas de la imaginación
navegaron por la noche
navegaron con ilusión.
La noche se robó el silencio
el mar cantó sin despedida
y me entregó uno a unos tus besos
dorados de espuma
dorados de fantasía.
Cuando amo la noche
Cuanto amo el mar y toda tu poesía.
©Emig Paz