Encarrilas tus aspiraciones
a una meta determinada,
te parece, que no hay nada
que impida la carrera
de lo que profundamente anhelas...
Sientes que tienes mil opciones
y te aventuras como si fueras
a cruzar, una inhóspita selva,
te pones en marcha
cual soldado que va a la guerra.
Pero en un santiamén
encuentras piedras en el camino,
percibes oscuras fuerzas,
que algo o alguien te dice:
\"hasta aquí llegas\"...
Aunque te parezca
un sueño perdido,
te quedan dos alternativas:
-te resignas-
(a una fácil y cómoda vida)
-o perseveras-
(en una aventura que no termina)...
Adolfo César (NAZARENO)