Sin vida no estaríamos en este mundo, sin agua no habría mundo.
El agua da vida y como la vida, el agua puede ser dura como el diamante, gota a gota desgasta una montaña, como una tromba arrasa cuanto coge a su paso.
También puede ser tierna y suave como la vida, en forma de lluvia fina da vida a los campos y los bosques y en forma de arroyo sacia la sed de la fauna y los hombres.
El agua es dulce y alegre como la vida, el arroyo baja por la montaña dando y arrastrando vida.
El agua es dura como la vida, atraviesa las montañas alimentándose de la dureza de su piedra caliza.
El agua como la vida puede ser salada, pero no por ello deja de alimentar la vida, se vuelve dulce cuando se evapora y se convierte en nube.
Al igual que la vida puede ser salada y llena de contratiempos, se vuelve dulce a medida que se van cumpliendo los sueños.