Triste comportamiento los celos,
para aquel que los padece,
haciendo de una convivencia
un insufrible infierno, en su
pareja que sin dudar no merece.
Vocablo en pleno vigor desde
el albor de los tiempos,
donde la parte intolerante
impone el sometimiento
a su plena voluntad
sin protestas ni lamentos,
hasta hacer del otro ser,
de la casa un complemento.
Piensan los que lo padecen
que es solo de su propiedad,
aquel o aquella persona que
junto a él o ella viviendo esta,
recelando casi siempre de
los sitios que estas van.
Llega a ser tan obsesiva que
un gran trastorno ocasiona,
llegando no pocas veces
a agredir a la persona,
con palabras o de hecho
que su dignidad desmorona;
aunque el amor con el tiempo
algunas veces perdona.
Cuando las cosas se agravan
la táctica que es mejor
“una retirada a tiempo que
la cruel resignación”,
y es que cuando algo va mal,
aun puede ponerse peor,
hasta llegar el conflicto a
ninguna solución.
Los celos son consecuencia
de la falta de respeto,
que se tiene por aquellos
que por débiles tenemos,
aunque a veces disfracemos
con amor los sentimientos.
Joanmoypra