El viento es como un halcón peregrino
vuela veloz por el cielo y sobre la tierra,
barre el polvo del suelo terrestre,
desprende las hojas de los árboles,
agita las olas del mar,
a veces rompe flores,
golpea las paredes de las casas,
azota con fuerza mi cara,
y empuja mi cuerpo al caminar.
Sin embargo otro viento misterioso,
carece de aire y no vuela,
golpea mi alma,
fluctúa mi ánimo de alegre a triste.
Apuñala mi corazón
que pasa de ser amoroso a solitario.
Yo navego por mis mares interiores,
azotada por este viento
y lucho porque no hunda mi barco.
Sólo quiero que sea una fuerte brisa sobre mi corazón.