En este mar de arena dorada,
abismo de luces y sombras;
en este aire que a veces hiere,
se pierden mis horas.
En este azul de infinita angustia,
de socorro ausente y locuras;
en esta inmensa carcel del eden
la libertad mi alma busca.
Mis ojos son prisioneros del espacio.
Caminos andados y por andar..
gigante espíritu que revela
la condena a pagar.
Porque la vida es solo un juicio,
y sentenciado queda a vivir
quien teniendo un gran universo,
no tenga espacio para sonreir.
Pregúntale a tus ojos cuando lloren
y a tus labios al reir,
si las risas que cubren al llanto
también son reglas para vivir.
!Maldito silencio que se rompe
por suspiros y lamentos
dando formas vanas a la idea,
de creer ser libre entre los hierros!
Quiero ser feliz pero no puedo,
soy frágil halcón en libertad,
que con rotas alas sucumbe
ante lo bello de volar.
!Déjame oquedad, en tu costado vivir!
!Aparta, fantasma de la soberbia!;
que a la luz brillante de mi alma,
se le apaga la paciencia..