El amor no espera, el amor llama
me invade la angustia
y mi corazón tiembla
si dejo de verte aunque sea un minuto.
Ya no espero ninguna aventura
ahora la tengo a usted, mi señora
en urna de oro forrada de rojo
y va por mis venas recorriendo mi cuerpo...
Ya no te sueño como a una quimera
miro tus ojos y me enredo en tu pelo
mordiendo tu boca
encendiendo la hoguera.
Delalma
14/II/ 2010